Isidro es un hombre de 56 años que está en paro. Lleva dos años tratando de encontrar trabajo pero parece que el mercado laboral ha cerrado las puertas a personas de su edad. Sus dos amigos Desiderio y Arturo le comprenden a la perfección. Se sienten desfasados en un mundo en el que prima la imagen, la juventud y la tecnología pero ellos están decididos: todavía tienen mucho que aportar. Con ilusión y esfuerzo se sienten capaces de comerse el mundo y emprender. Si en algo se han convertido expertos es en cuidar de sus nietos, por lo que deciden montar una guardería.